“Cortejo de tulipán II”
(Poblar el corazón)
Cada día se sumaban más tulipanes
al jardín; cada día ella llegaba y se
emocionaba hasta las lágrimas,
al contemplar su belleza y tenía
la certeza de que fueron sembrados
con amor.
-Ah! Si yo pudiera con un suspiro,
expresarle a quien los sembró,
todo esto que estoy sintiendo yo,
todo este cúmulo de emociones
desbordadas y la ternura que despiertan en mi.
-Si ella pudiera por un momento,
escuchar el murmullo de los tulipanes,
que tienen tanto que decirle,
pues son una viva expresión,
de este sentimiento que late
en mi corazón.
-Esas manos, esas manos que los cultivaron y con tanto ilusión los cuidaron, las quisiera besar, para que hagan crecer con sus
caricias este sentimiento,
que espera al sol como lo hace
el amanecer, para sentirme mujer.
-Si cada tulipán fuera un beso,
de esos que dejan inquieta el alma,
de esos que te hacen perder el aliento
y sientes que te va ha dar un infarto,
pero nunca estar harto de besarla,
porque sus besos son la inspiración
de tu corazón y el aire que mantiene
viva la llama de la esperanza.
-Si el supiera, que no cualquiera,
despierta este sentir en mi,
este querer entregarme,
como se entregan los tulipanes
a la primavera… Sin medida,
sin limitaciones sino dando
todo de sí.
Si los tulipanes fueran los besos,
el viento las caricias y el sol,
la luz que ilumina y fecunda
el jardín, donde crecen los tulipanes,
de un gran amor.
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