“Romance de tulipán I”
La tierra donde se cultiva
la felicidad es la gratitud…
Por eso con las manos desnudas,
fue removiendo la tierra
y uno a uno fue colocando
los bulbos, luego los cubrió
mientras recitaba una oración
que le brotaba del corazón.
En el otoño cayeron las hojas,
estas eran como sábanas
que cubrían el sueño de los
tulipanes acurrucados en sus
trincheras.
Llegó el invierno y el frió caló,
el salía a verlos sin mirarlos,
pues ellos dormían en el jardín,
bajo la nieve, experimentando
el frió cuando llueve…
Les silbaba canciones,
les transmitía sus emociones
y les recitaba a versos.
Hasta que un día llegó
la primavera y poco a poco,
estos asomaban sus cascos
verdes, como soldados esperando
a que el sol haga sonar la diana
por la mañana.
Poco a poco empezaron a brotar,
cómo brota un manantial
de la montaña, como brota un verso,
como nace una canción
a golpe de corazón.
Las ilusiones se hicieron visibles,
los sueños adquirieron forma,
los versos se transformaron en flor,
por fin se dejó ver y su belleza
pudo trascender los sentidos.
Como atraída por un iman,
ella no pudo resistirse,
queria acariciarlos y besarlos,
no solo por su belleza, sino
por esa firmeza y delicadeza
con que se hierguen.
Cada tulipán era un motivo,
para robarle un suspiró,
para ponerla a soñar
y muy a su manera,
no dejarla de amar.
Ella los acariciaba,
se emocionaba y pensaba,
que benditas serían las manos
que los cultivaron,
pues cuanto amor vertido
en una flor que expresa
tanto amor.
Oxwell L’bu copyrights 2024
#romancedetulipan
#tulipanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario