“Y si le llevara tulipanes…”
A veces, uno como hombre no sabe en realidad, que regalarle a una mujer, a pesar de qué hay tantas cosas en el mercado de los sueños pasajeros… Hay tantos clichés acuñados, pero todo eso es solo publicidad para vender, no para enamorar.
Por eso pensé en llevarle, lo que más se parece a ella, en cuanto a su belleza y delicadeza; lo que sin importar la edad siempre la llena de felicidad, una flor. Pero pensaba en una que reflejara su fortaleza y belleza, su alegría con su empatía, la grandeza de su corazón y la luz de su alma, por lo que pensé en los tulipanes.
Estaba por llover, era primavera, así que me apresure y los compré, luego me fui presuroso a nuestro encuentro, pero la lluvia me alcanzó. Al llegar al lugar, estaba casi empapado, parecía un tipo trasnochado, aún así ella me recibió. Estaba bella, no por su peinado, ni porque para mi ella se haya arreglado y perfumado, sino porque ella es así… Al darle los tulipanes, de sus ojos brotaron chispitas y su rostro se iluminó con una sonrisa y luego de mirarme los beso. Ellos despertaron mis celos, así como el anhelo de abrazarla y besarla, pero yo estaba empapado.
Cosa que a ella no le importo, me beso y abrazo, con la ilusión de una niña, con la pasión de una mujer, que hace estremecer todo tu ser. Luego me tomo del brazo y con los tulipanes en sus manos, me invitó a caminar.
Porque a ella le gusta caminar mientras llueve, tiene una fascinación con la lluvia, tal como la tiene los tulipanes, en el despertar de la primavera…
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#Tulipanes
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