“Las mariposas y el tulipán “

 “Las mariposas y el tulipán “

(Un cuento de primavera)

Si, érase una vez, un jardín bordado de primavera, donde el fresco verdor, hacía alarde del amor, con que el Creador, había plantado los colores de la primavera.

En ese lugar, desde sus trincheras, luego de soportar el rigor del invierno, los tulipanes una a uno se iban sumando, asomando sus cascos verdes como soldados que esperan poder salir, luego de una tormenta de ráfagas de nieve, que se convierten en escarchas de hielo, que congela cualquier anhelo. Pero ellos seguían allí esperando la señal, para salir a combatir los horizontes lúgubres, donde los árboles desnudos tiemblan de frió.

Un día el sol, les dio la señal y en pelotones salieron, se sacudieron el hielo y con la determinación que tienen los tulipanes, en formación le dieron la bienvenida a la primavera. Las mariposas aplaudieron con sus alas y por las noches los grillos con sus violines afinados los acompañaron.  La luna, se desvelaba mirándolos, queriéndolos tocar.

El jardín se pobló de primavera y todos esos días, llegaban las mariposas, esperando a que los toque el sol, para que estos mostrasen todo su esplendor, tal como lo hace una mujer frente al amor. Y así embelesadas y quizás enamoradas, llegaban las mariposas, pero la flor no es eterna, como la belleza y ese mismo sol que los acariciaba fue marchitando sus pétalos y estos uno a uno se fueron cayendo, los tulipanes iban muriendo.

Mientras las otras mariposas volaron, buscando otras primaveras, ella se quedó allí, contemplándolo, acariciandolo con la mirada, cuando su vida menguaba, porque no abría otra flor, pero en su bulbo guardaba todo ese amor, de la primavera…

Oxwell L’bu copyrights 2023

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#Tulipanes

Tulipanes 🌷

 

“Camino de tulipanes”

“Camino de tulipanes”

Que la vida es un camino de tulipanes, ojalá fuera así, pero la vida hay que aprender a vivirla, como la viven los tulipanes.

Si, esos camino que hoy recorres, poblado de árboles desnudos, que como fantasmas evocan el verdor del amor que floreció en tu vida y que hoy quizás es solo una herida…Ese camino hoy seco, que te deja perplejo, al recordar que ayer estuvo en flor.

Ojalá tu camino, fuera un camino bordado de tulipanes y no esa nieve que dificulta tu caminar, con esos vientos gélidos que queman la piel; pero sabes que ellos, los tulipanes, perseveran desde sus trincheras.

Ellos siguen allí, con infinita paciencia, aguardando la primavera, que un día volverá… Porque la vida es así, porque nuestro paso por esta existencia requiere pasión para ver la vida en flor y tomar de ella lo mejor.

Aprende de los tulipanes a vivir con intensidad, a llenar el momento de felicidad, sin importar el tiempo que dure la flor; aprende de ellos, que saben qué hay un tiempo para florecer y otro para menguar, un tiempo para dejarse arrullar por la tibieza de la primavera y otro en el qué hay que guardarse de las tempestades.

Si, la vida es un camino de tulipanes, pues aunque hoy no los veas, ellos están allí, esperando la primavera, pues aunque su flor no es eterna, soportar el invierno vale la pena, pues si en esta vida no se florece de que vale el verdor, pues la flor es una ofrenda de amor.

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#Tulipanes

Foto:Internet

“Y si le llevara tulipanes…”

 “Y si le llevara tulipanes…”

A veces, uno como hombre no sabe en realidad, que regalarle a una mujer, a pesar de qué hay tantas cosas en el mercado de los sueños pasajeros… Hay tantos clichés acuñados, pero todo eso es solo publicidad para vender, no para enamorar.

Por eso pensé en llevarle, lo que más se parece a ella, en cuanto a su belleza y delicadeza; lo que sin importar la edad siempre la llena de felicidad, una flor.  Pero pensaba en una que reflejara su fortaleza y belleza, su alegría con su empatía, la grandeza de su corazón y la luz de su alma, por lo que pensé en los tulipanes.

Estaba por llover, era primavera, así que me apresure y los compré, luego me fui presuroso a nuestro encuentro, pero la lluvia me alcanzó.  Al llegar al lugar, estaba casi empapado, parecía un tipo trasnochado, aún así ella me recibió.  Estaba bella, no por su peinado, ni porque para mi ella se haya arreglado y perfumado, sino porque ella es así… Al darle los tulipanes, de sus ojos brotaron chispitas y su rostro se iluminó con una sonrisa y luego de mirarme los beso.  Ellos despertaron mis celos, así como el anhelo de abrazarla y besarla, pero yo estaba empapado.

Cosa que a ella no le importo, me beso y abrazo, con la ilusión de una niña, con la pasión de una mujer, que hace estremecer todo tu ser.  Luego me tomo del brazo y con los tulipanes en sus manos, me invitó a caminar.

Porque a ella le gusta caminar mientras llueve, tiene una fascinación con la lluvia, tal como la tiene los tulipanes, en el despertar de la primavera…

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#Tulipanes

“A ella le encantan los tulipanes”

“A ella le encantan los tulipanes”

Sin importar los años a cuestas,

sin importar quien la quiera enamorar,

a ella le siguen encantando los tulipanes, 

porque ellos reflejan,

su naturaleza y belleza.

Son estoicos como ella, 

son bellos como ella

y sobre todo saben trascender

los inviernos de la vida…

A ella le encantan los tulipanes,

porque le evocan sus primaveras,

llenas de ese encanto y ese

belleza del primera amor.

Y que importa, cuanto tiempo

dure la flor, si el amor es eterno

y a quien le interesa lo efímera 

que es la juventud, si se vivió 

intensamente.

Y que puede hacer,

si ella es toda una mujer,

que suspira escuchando canciones,

que con versos despiertan

sus emociones y le

encantan los tulipanes.

Si, ella sigue suspirando,

cuando evoca esas vivencias

y no, no está marchita,

porque todos los días renueva

su vida con nuevas ilusiones.

Porque, que es una mujer 

sin emociones, eso va en contra

de su naturaleza…

Pues ella es como un tulipán,

un beso de Dios, los colores

de la primavera.

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#Tulipanes

 

“El amanecer de los tulipanes” (Tercer relato)

 “El amanecer de los tulipanes”

(Tercer relato)

Cuando las ganas se ha consumado, cuando el deseo se ha agotado, que nos queda, sino hay un sentimiento que haga sentir al corazón contento por lo vivido, por lo compartido… Es en ese instante que una infinita gratitud, se reviste de ternura y sin premura, te hace abrazar y besar a quien su amor te supo entregar.

En el amanecer de los tulipanes, ellos son así, se inclinan unos a otros para abrigarse, con sus pataleos cerrados, amanecen enamorados y cuando los toca el sol, se abren a la vida.

Y tú eres una mujer así, cuyo amor es como el de los tulipanes, que sin importarles atravesar mil inviernos, perseveran para llegar a la primavera; que sin importarles lo de dure su flor, entregan todo por amor.

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#Tulipanes

“El amanecer de los tulipanes” (segundo relato)

 “El amanecer de los tulipanes”

(Segundo relato)

Así cubierta por los tulipanes, tenían un encanto, imposible de describir, solo se decir, que me pareció un ángel cuyas alas estaban formadas por pétalos de tulipán; tenía una luz en su mirada indescriptible y esa aura de su alma se intensificó.

Luego de ver su desnudez, cubierta por los tulipanes, al verme encendido, vino hacia mi tomo un tulipán y acaricio su cuerpo, con tal delicadeza, que me robó el aliento y por un momento, volví a entrar con ella al paraíso…

Navegue en su universo, le escribí un verso sobre la piel, con el tulipán que ella había escogido, me sentí amado, me sentí acogido, porque en aquel momento no fue el deseo o el sexo el que nos unió, sino un profundo sentimiento.

Los tulipanes fueron testigos, no solo de su belleza, sino de la forma como se entrega una mujer, cuando se siente estremecer y se sabe amada.

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#Tulipanes

“El despertar de los tulipanes”

 .“El amanecer de los tulipanes”

Una inmensa quietud invade la habitación, la misma que fue, hace apenas unas horas, el lugar donde una sinfonía de suspiros y gemidos, con los que el amor escribió la más bella melodía.  Y no se si fue el deseo renovado o el querer comprobar que no era un sueño, el que me hizo despertar.

Contemple su belleza y esa aura que emite su alma, la vi con mis ojos, pero la contemplé con el alma… Si, ella estaba allí, desnuda, suspirando, con leves movimientos desplegaba sus encantos y sus manos buscaban el calor de mi presencia.

En un momento de inspiración, tome del jarrón, los tulipanes, que desde esa mesita en el rincón, parecían sonreír o quizás estaban extasiados también contemplándola.

Al despertar, contemple su desnudez y luego la cubrí con tulipanes, para que ellos la acariciaran con delicadeza y al despertar, se sintiera en el paraíso, ese que ella me hace tocar, cuando la puedo amar…

Un momento después que a mi me pareció una eternidad, ella abrió sus ojos, pude notar el sonrojo de sus mejillas, pero también la alegría de saber que no había sido un sueño. Despertó mis celos, besos uno a uno los tulipanes y con ellos se acariciaba, mientras yo anciana volverla a besar, poder de nuevo volverla amar…

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#Tulipanes