viernes, 1 de mayo de 2020

“En una mañana de Mayo”

“En una mañana de Mayo”
Aún no amanecía y escuché como mi corazón latía y me hice consciente de que es el sol, el que está tocando mi ventana, usa las manos del viento, usa el canto de los pájaros para invitarme a la fiesta de la vida.

Sin dudarlo me levante, apenas los dientes me cepille y salí al jardín, ellos estaban allí, hermosos, erguidos, celebrando porque la vida es hoy y no me pude resistir, como niño, me tiré al suelo a contemplar el cielo y un tulipán sobre mi frente se posó.

Sería la mano de Dios, sería el beso que mi madre en su despedida no me pudo dar, no, no lo sé... Pero Dios sabe que mi vida se ha poblado de ausencias y quiso hoy, El, hacerme sentir su presencia.

Hoy, es el Día del trabajo, un Día del trabajo diferente; hoy inicia el mes de la Imma, a quien llamamos Madre del cielo, pero en verdad, ella no está tan lejos, ella siempre está tan cerca, para poder sentirla y reclamarla como Madre.

En esta bella mañana de Mayo, me dio por querer vivir, por querer repetir, aquellas cosas que me han hecho tan feliz...No, mi niñez no está tan lejos de mi, la tengo en el corazón, tampoco mi adolescencia con sus actos de demencia se ha apartado de mi y los ideales de mi juventud siguen aquí, entonces no estoy tan viejo, como para no poder volver a comenzar cada día con alegría, sin esa entupida apática, del que se a negado el ser feliz.

Yo se que algo de mi madre vive en mi, yo sé que por derecho he heredado algo de su alma de tulipán y que lo que no floreció en mi, lo veré florecer en mis retoños, porque esa semilla, la mano de Dios siempre la hace florecer.
Oxwell L’bu copyrights 2020
#tulipan

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